30 dic 2013

Aprender

Cuando se trata de aprender, es mejor dejar la mente en blanco. Para que se adapte mejor a todo aquello que está por venir, a lo que está por llegar; y que, sin ninguna duda, dejará en ti una huella que tardará bastante tiempo en disolverse. No es fácil dejarte aprender. Porque no consiste solo en integrar experiencias nuevas de las que no tenías conocimiento o establecer nuevas preguntas cuando, para muchas otras, ni siquiera tenías respuesta. Aprender significa confiar en ti. Significa dejar a un lado tus ideas ya preconcebidas para asimilar otras que bien pueden cambiar todo lo que hasta ahora había tenido sentido en tu cabeza. Significa saber que no lo sabes todo y que no siempre llevas razón. Significa integrar ideas con lo que ya existe en ti. Y darle forma. Mezclarlo todo para formarte más, para completarte, para realizarte. Para madurar sin prejuicios. Este año he aprendido que siempre hay alguna variable más que añadir a la ecuación. Sea cual sea el problema. Sea cual sea la incógnita. He aprendido que siempre hay otro punto de vista desde el que seguramente no se ve lo mismo que desde donde tú estás. He aprendido que hay muchas personas que pueden ayudarte y que permanecen para ello, y comprendido que hay muchas otras cuya función es simplemente que aprendas una lección que no sabías. Porque luego se van. Pero lo más importante es que hay que aprender de todo. De las emociones, de los triunfos y de los fracasos. Y sobre todo de las personas. De sus maneras de ver, de su interacciones contigo. De lo que pueden ofrecerte y de lo que te dan. De lo que tienes que darles y no les das y de lo que les das sin saber si se merecen. Y que sea bidireccional. Que sea recíproco. Aprender de tus errores y de los suyos. De las vivencias aisladas y conjuntas. Porque siempre va a faltarte algo que no has comprendido y se te ha escapado, y siempre va a haber alguien que pueda explicártelo para hacerte comprender que todo es mucho mejor si es compartido. Que es más instructivo y más ameno. Que es más acogedor e interesante. Que llena más. Que es vivir confiando y que no hay nada mejor. Porque si aprender es importante, lo es el doble no aprender solo. Es la clave. Porque mi balance de este año es que por el mundo puedes encontrarte con personas maravillosas que aprendan contigo. Y eso es lo mejor que puede ocurrirte.