22 ene 2014

Familia

Dicen que son los detalles los que marcan en ti esa huella que hace que te sientas de una manera u otra. Pueden hacer que te sientas triste o solo. O feliz y eufórico. O simplemente afortunado. Agradecido. Y dicen también que uno, al final, solo puede contar con su familia. Que es el único pilar que permanecerá fiel en tu vida cuando necesites ayuda o un empujoncito para respirar. Y es bien cierto. Pero quizá no había caído antes en que familia puede convertirse en familias cuando comprendes el significado de la amistad. Personas que llegan a tu vida por las razones que sean. Porque pasas con ellas más horas en el transporte público que en tu casa, porque compartes con ellas tu profesión o tu manera de ver la vida. O porque sin necesidad de atropellarse, llegas a un equilibrio en el que sientes que tienes un lugar en el mundo. No importa como seas. Escuchan siempre con atención tus más y tus menos. 
Y, precisamente, te quieren por eso.