Vacío. Palabras mudas, no dichas. Si acaso, pensadas pero desechas en el instante de abrir los ojos. Para ver mejor. Oír el sonido del silencio roto por los cristales. Y la boca destrozada. De dar, dar y hablar sin apenas recibir nada. Ni un solo respiro cerca. Ni un solo roce. Tan solo algún escalofrío que recorría todo el cuerpo después.Y cuando llegaba a sus manos, la energía en un suspiro, se apagaba en la oscuridad de la noche...
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