Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo
se cae, tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te
deja caer. Cuando tú diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya,
está unida a la del otro, las dos manos son una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario